¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad?

Se trata de un trastorno de origen neurobiológico con una fuerte transmisión genética y de carácter crónico.

Es decir, hay ciertos neurotransmisores que no transportan la información de forma correcta, existe la presencia de genes que intervienen en su desarrollo, y no remite aunque sí cambia su efecto con el paso de los años.

Afecta al niño, joven o adulto en forma de:

  • Inatención
  • Fácil distracción y falta de concentración.
  • Desorganización, descuido u olvido.

 

  • Hiperactividad
  • Movimiento excesivo e inapropiado.
  • Curiosidad constante con conductas de riesgo (“trepadores”).
  • Habla abundante y emisión de ruidos
  • Cambios constantes de inatención

 

  • Impulsividad
  • Falta de miedo, juego destructivo o agresivo.
  • Interrupción constante.
  • Demanda de atención.
  • Precipitación a responder sin pensar.

Por ello, y en función del área que se ve más afectada, existen tres sub-tipos de diagnóstico para la persona con TDAH:

1 – Tipo predominante Hiperactividad – Impulsividad (HI-IM)

2 – Tipo predominante Déficit de Atención (DA)

3 – Tipo Combinado

 

TDAH y Aprendizaje…

El origen neurobiológico del TDAH tiene lugar en una falta de maduración de las funciones ejecutivas. Es decir, no es un déficit de conocimiento, sino en el proceso de ejecución.

Se trata de una dificultad excesiva para autogobernarse e inhibir la respuesta impulsiva de las necesidades o deseos internos. La persona con TDAH responde precipitadamente a todo lo que pasa a su alrededor.

Funciones ejecutivas:

  • Memoria de trabajo: Lo que realizamos durante nuestro día a día se almacena, y lo que nos parece más interesante lo guardamos en nuestra mochila de memoria a largo plazo. (Ej.: Si una mochila tuviese una capacidad de 25L, la de una persona con TDAH estará a 15L.)
  • Lenguaje interno: Es la capacidad de integrar instrucciones que nos han dado al enseñarnos alguna actividad (pintar, escribir, conducir…) para luego automatizarla.
  • Auto-regulación de las emociones: Es la capacidad que permite controlar la expresión de nuestras emociones i regularlas.
  • Reconstrucción: Se trata de la capacidad de reconstruir nuevos comportamientos a partir de la información del pasado. Es decir, es el resultado del aprendizaje.

Ésta reconstrucción es posible cuando las tres funciones anteriores operan correctamente. Por lo contrario, si éstas se ven alteradas, el resultado será la dificultad en la reconstrucción del aprendizaje.

“El TDAH no interfiere en el conocimiento, sino que es un problema de ejecución. No es un trastorno del aprendizaje, sino del rendimiento.”

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